Estimado
Isidoro B. Gugggiana:
He de felicitarle por el visionado de
la película, el cuál no deja indiferente a nadie, particularmente, me ha
gustado mucho. Le felicito de nuevo. La cita del gran Nietzsche al principio es
realmente una joya en bruto. Cómo le prometí, le escribo mis impresiones de la
película—después de visionarla varias veces y contrastar una serie de opiniones
sobre ella con personas de mi entorno— que son, bajo mi humilde opinión buenas
críticas constructivas, aunque hay algunas cosas que creo que se pueden mejorar
y que ayudarían a potenciar un poco más el film, aunque cómo bien sabes, todo
esto puede quedar un poco en el territorio de lo subjetivo, pero, examinando
ciertos detalles y algunos aspectos técnicos y de guión, creo que se podrían
haber aprovechado algunas cosas un poco más que, aunque el resultado general es
excelente—creo que es una película única en su mezcla de géneros— hay ciertos
matices que podrían haber pulido ciertas cosas, siempre en el sentido de
potenciar ciertos factores de la película y de su sentido artístico, que dicho
sea de paso, en algunos elementos y su utilización es totalmente innovador:
¿quién podría decir que se ha visto una road-movie
mezclada con elementos de venganza a lo samurái, con el mismo ritmo de tiempos
que en una película de western, elementos postapocalípticos de temática zombie
con el condimento de escenas violentas a lo Tarantino? Sin mencionar, la mezcla
de un folclore propio creo del Brasil, como es la magia negra y algo de la
maniqueísta lucha entre el bien y el mal como antagonistas del mundo en su
propia toma de posesión cuyo centro es la actuación del ser humano.
Sencillamente, este elemento lo he visto genial al mezclarlo con una poseída
frase del soberbio protagonista—que está genial en toda la película y en
algunas escenas roza la perfección— en la que menciona: “hay otros mundos
aparte de éste, oficial”. O la otra frase nada desdeñable de: “todo lo que esté
cerca de mí, que sea mío”. Como una especie de transferencia entre cuerpos que
se hereda al ver que el mismo mal se va a extinguir en el ser humano del que ha
hecho toma de posesión a través de su cuerpo. Ése fue uno de los detalles que
me gustaron mucho, entre bastantes otros. Incluso, me atreveré a decir que creo
que hay influencias de Sergio Martino en la película, pero esto es más bien una
impresión de mi propia cosecha. Por otro lado, paso a mencionar que, la
iluminación, el diálogo de escenas, los distintos planos—picado, contrapicado,
americano, vista de pájaro, plano de detalle, etcétera—me han parecido
realmente espectaculares. Se nota que ha habido un gran trabajo y despliegue
técnico detrás de todo el rodaje. Aquí, es donde escenas tan notables como la
caracterización de los zombies; la sangre e insalubridad constante de los
escenarios; la soledad del mundo y esos muertos como residuo de una fuerza
maléfica que se ha desatado y los deja en segundo plano; además de la
precariedad de lugares seguros, el vestuario y la transición entre los detalles
de exteriores, interiores, y la iluminación genera un clima muy potente y rico
en una ambientación cosechada en interpretaciones y su puesta en escena como
eje del que pivota toda la narración. Sin dejar de lado la música y la manera tan
genial de que sea el espectador el que, a modo de críptico entre los diálogos
vaya rellenando la historia, lo que da cierto toque de perspectivismo. Este
matiz en la forma de narrarlo me impresionó mucho, recordándome un poco a las
formas de narrar de un famoso filósofo español, Miguel de Unanumo, que generó
un modo de narrar muy parecido con el uso exclusivo del diálogo, denominándolo como
propio del argumento y dejándolo para la posteridad como otro género más: “las
niovelas”. Detalle, de preciados recuerdos artísticos, que está empleado en la
película con un uso muy práctico e inteligente. Todo ello imbuido con los
diálogos a completar, la bilocación de ese interludio genial que hace a la vez
de compás entre un hilo argumental y otro, es, magistral. Se ve que sabías muy
bien lo que querías hacer, que, sacándolo a colación, estoy seguro que lo has
bordado.
Sin embargo, hay algunas cosas que creo que
deberías, quizás, de poder sopesar o valorar desde otro punto de vista
distinto: por ejemplo, el uso y aprovechamiento de algunas escenas que son las
ideas clave en la mera transición dramática, es decir, la impulsividad de la
narrativa visual trágica en algunas escenas, se queda en momentos cumbre un
poco “sin uso total”, en otras palabras: hay escenas fuertes que se podían
haber hecho más explícitas, por ejemplo: una de ellas es cuando la mujer
embarazada, decide matarse porque la han mordido; creo que esta escena debería
de haber sido todo lo explícita que pudiera haberse hecho, ya que, es un
momento de pura tensión que podría haber hecho que el espectador “sintiera” un
poco más lo que se trataba de transmitir por ese personaje que tenía mucho
potencial. Y, siguiendo esta línea de exposición, hay algunas actuaciones que
me han dejado un poco frío: como la del sádico del casco militar. Está claro
que es un personaje que lo que trata es ver al resto de personajes masculinos
como un competidor o un intruso en un espacio en el que él, quiere tener toda la
sobreprotección posible sobre su mujer y su futuro hijo, pero, me pareció que
por momentos este personaje se quedaba plano, como si fuera muy conformista a
la hora de chocar contra otra voluntad más fuerte que la suya, en propias
palabras de Nietzsche. No sé, quizá se haya querido inyectar a esta
personalidad algo así como un
infantilismo asesino que está sin desarrollar, pero a excepción del zombie que
quema—escena que su emoción propia sí que está aprovechada y la tensión
dramática la pone a flor de piel en las retinas— en otras parece una especie de
resignado, como si fuera capaz de controlar sus impulsos más primitivos o si
fuera una especie de pequeño monstruo que estuviera jugando a hacer daño a otro
más débil que él, lo que, si era la motivación original está muy bien, pero si
es así se debería haber aprovechado un poco más este personaje que es casi
fundamental a la hora de poder mostrar sus impulsos más ocultos. Por ejemplo:
atribuyéndole un poco más de protagonismo en la historia por escenas que le
definieran, o atribuyéndole una necesidad real de saciar la “sed” de tener que
hacer daño. Y, aquí hay quizá un pequeño talón de Aquiles que creo que, se
podría haber aprovechado también un poco más, aunque, por todo lo demás está
genial y es posible que sea un factor determinante a la hora de mencionarlo el
de la limitación del presupuesto y de otro tipo de variables que desconozco: la
hermana muda de Sergio o el mismo Sergio me parecen personajes un poco
accesorios, como si fueran secundarios, incluso, en algunos momentos aportaban
algo cómico e inconexo; lo que, sí era ésa la verdadera intención está muy bien
en la mezcla heterogénea que se le da al producto, como armazón final que le da
sentido al conjunto. Además, encaja muy bien con la idea de darle a la historia
y el argumento una especie de libertad a interpretaciones como ese final
abierto, que queda muy bien usado en la narración de la historia. Por lo demás,
interiores, exteriores—el paisaje y su colorido es precioso y da un frescor
visual excelente—,iluminación, decoración, planos, actuaciones—los malvados del
final que les encuentran y matan a los pequeños y casi al protagonista están
muy conseguidos—, historia, elementos propios del guión como las armas, el
vehículo y momentos un poco espeluznantes—como el de la tortura posterior a
aquel tipo que iba buscando y encuentra el protagonista la caja de música en un
lugar ensangrentado— son memorables además del buen uso del tiempo atmosférico
en escenas que son transiciones del mero paso del tiempo y su fenomenología.
También la aparición de algunos zombies en momentos aislados de la historia,
como puntos álgidos de la línea temática y argumental son muy buenos. Ese
zombie disparando que es la reencarnación del mal y los que le siguen están tan
bien hechos que parece que se van a salir de la pantalla. Debido a todo ello, mis
más sinceras felicitaciones. Salvo esos pequeños detalles que quedan como mera
opinión propia y quizás rebatible, todo el conjunto, es genial. Digno de
recordar e innovador. Te felicito. Beyond the Grave tiene muchos ingredientes
para convertirse en un clásico, sino lo ha hecho ya. Gracias por enviármela y
pedirme mi impresión, que espero que de corazón te haya ayudado. Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario